Este excepcional violín fabricado en 1760 por los renombrados hermanos Lorenzo y Tomaso Carcassi en Florencia, Italia. Este instrumento, de valor histórico y artesanal insuperable, se encuentra en un estado impecable, sin grietas ni imperfecciones que afecten su calidad sonora. Con unas medidas estándar de 4/4, cuenta con una longitud completa de 588 mm y un cuerpo de 356 mm.

El violín de los hermanos Carcassi es una verdadera joya de la lutería italiana. Su antigüedad y procedencia le otorgan un valor único, mientras que su excelente estado de conservación lo convierte en una auténtica rareza. Este instrumento ha sobrevivido al paso del tiempo, manteniendo su calidad sonora y su carácter distintivo.

La meticulosa artesanía de los hermanos Carcassi se hace evidente en cada detalle de este violín. Utilizando las técnicas tradicionales italianas, lograron crear un instrumento que combina la belleza estética con un sonido excepcional. Cada componente ha sido seleccionado cuidadosamente y ensamblado con maestría para garantizar una respuesta sensible y un tono cautivador.

El sonido de este violín es realmente asombroso. Su timbre cálido y profundo envuelve al intérprete y a la audiencia, permitiendo una expresión musical de gran belleza. Su proyección y equilibrio son excepcionales, lo que facilita la interpretación en cualquier registro y estilo musical.

En conclusión, este violín del año 1760 fabricado por los hermanos Lorenzo y Tomaso Carcassi en Florencia, Italia, es una auténtica joya histórica y musical. Su estado impecable, su calidad sonora excepcional y su belleza estética lo convierten en una elección única para aquellos que buscan un instrumento de alto nivel y gran valor artístico. Tanto si eres un profesional exigente como un amante de la música, este violín te brindará una experiencia musical sin igual y te transportará a la época dorada de la lutería italiana.

Este violín desconocido ha llegado a mis manos con una fascinante leyenda grabada en su interior en inglés: "reparado en 1953 por Waco R. Barton, propietario de Windsor, Nueva York, y reparado en 1950 por Leon Nichols de Bainbridge, Nueva York". Esta simple inscripción despierta mi curiosidad y me transporta a los momentos en que estos hábiles luthiers trabajaron en este instrumento. A continuación, compartiré mi experiencia y opiniones sobre este violín con una historia tan intrigante.

En cuanto a su apariencia, este violín presenta una belleza austera pero cautivadora. Su cuerpo está construido con una madera de tono cálido, que ha adquirido una pátina suave a lo largo de los años. Aunque no se puede atribuir su fabricación a un luthier específico, es evidente que fue elaborado con habilidad y atención al detalle. Los trazos de los años de uso se manifiestan en pequeñas marcas y desgastes, lo cual añade un encanto adicional a su apariencia.

Al tocar este violín, se puede apreciar su respuesta sensible y equilibrada. Los tonos son profundos y resonantes, con una calidad que refleja la madurez y el tiempo invertido en su construcción y reparación. Cada nota que emana de este instrumento parece tener una historia propia, llena de matices y emociones. Aunque suena con claridad y proyección, también tiene una capacidad de expresión y suavidad excepcionales, lo cual permite al intérprete transmitir su propia interpretación de una manera única.

Este violín desconocido, es una verdadera joya en el mundo de la música. Su historia añade un misterio y una conexión con el pasado que lo hacen único. Tanto en términos de apariencia como de sonido, este violín ha demostrado su valía y su capacidad para cautivar a aquellos que tienen la suerte de tocarlo. Sin duda, es un instrumento que merece ser apreciado y admirado por generaciones venideras.